Como ya comentamos en nuestro artículo anterior, Trabajar el proyecto profesional y vital I (Aproximación), el trabajo con el proyecto profesional implica abordar dos fases que en sí mismo tienen identidad propia inicio y final. De tal manera que uno es presupuesto para que se inicie el otro. Así el primero es “Conocer la historía”y el segundo: “la integración en el mercado laboral y profesional”. De tal manera que, aunque uno es consecuencia del otro en realidad son independientes. Por el contrario, el proyecto profesional es transversal y penetra en las dos.
Pongamos un ejemplo basado en hechos reales:
Marc es un joven ingeniero de caminos que viene a verme porque su experiencia en el trabajo no ha sido exitosa. Ha trabajado en una consultoría de reconocido prestigio, así como en una multinacional de grandes dimensiones. En ambos lugares ha desempeñado puestos técnicos de alta cualificación en los que no ha tenido éxito hasta el punto de que no se le renovaron sus contratos de trabajo.
Su demanda es saber que está pasando ya que en principio el no acaba de entender la razón por la que no es apreciado su trabajo; y desconoce qué sucede.
Dedicamos las dos primeras sesiones a conocer su historia en profundidad, desde que inició sus estudios hasta la realidad actual.
Sin entrar aún en el detalle de cómo lo hacemos obtenemos las siguientes conclusiones:
- Claramente advertimos que estamos ante un joven altamente cualificado, de aguda inteligencia y verbo fácil. Por otra parte, se advierte una notable capacidad para empatizar; así como para relacionarse.
- Su familia está integrada por referentes exitosos y con prestigio profesional (también ingenieros) que esperan que él siga este camino de excelencia. Así pues, su frustración es doble al no tener éxito en su trabajo y por otra no corresponder al legado familiar.
- En cuanto a porque eligió esta especialidad profesional y no otra: el responde que simplemente no se lo planteó; lo vio como lo adecuado a todo el contexto: el suyo propio y el familiar y social que le rodeaba. De todas maneras, señala que en sí es una especialidad que le agrada y no duda en cuanto a la elección en sí misma.
- Cuando le preguntamos por qué razones no destacó en sus puestos de trabajo o de otra manera que argumentos le dieron para no renovarle los contratos de trabajo; habla de “esperábamos mayor resolución” “más iniciativa”, “cierta lentitud en la gestión “.
Una vez conocidos estos datos entramos en su individualidad que es lo mismo que decir:
- ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles?
- ¿Cuáles son tus talentos? ¿Qué dicen los demás qué haces bien?
- ¿Cuáles son tus competencias transversales?
- ¿Cuál sería tu trabajo soñado?
- ¿Si todo te fuese muy bien que estarías haciendo?
- ¿Cuáles son los mandatos familiares y sociales predominantes?
- ¿Qué creencias te definen?
- Hazme un “Pitch Elevator”
Después de responder a todas estas preguntas nos quedó claro que la razón de su escaso éxito no radicaba en los estudios escogidos sino en “el que hacía él con sus formación” Es decir él como ingeniero de caminos” puede desempeñar un cargo que se desarrolle en un entorno técnico como puede ser de análisis e investigación o por el contrario en un contexto más relacional en el que la empatía, el intercambio de oferta/demanda, la relación con el cliente y la actividad comercial haga que la relación personal tenga un mayor peso que en los puestos marcadamente técnicos.
Decimos esto porque los datos obtenidos y aportados directamente por el cliente señalaban que necesitaba y era muy importante para él este sesgo personal y relacional que no se daba en los puestos técnicos que había desempeñado hasta ahora.
La cuestión es que él había seguido la estela de su entorno familiar donde los aspectos técnicos y marcadamente científicos tenían más reconocimiento; mientras que por el contrario los aspectos relacionales eran más invisibles y menos valorados.
En definitiva nos encontrábamos ante una situación en la que el cliente no está en su sitio o en su elemento como diría Ken Robinson pero lo que es peor no sabe conscientemente que no está en su sitio.
Cuando esta situación se hace consciente al cliente y es sabedor de su realidad llega a la conclusión de que posiblemente fuese su inconsciente el principal causante de su despido porque en realidad lo estaba buscando ya que ese no era su lugar. O dicho de otra manera y esto es importante “él no había sido despedido”; era él mismo aunque fuese a nivel inconsciente el que había buscado dejar ese trabajo que no tenía que ver con él.
Esta diferenciación es importante porque a nivel personal significa un cambio en la historia que él se contaba así mismo; de esta manera él cambia internamente él “me han echado” por “en realidad yo decidí irme porque no me gustaba ese trabajo”. Está diferencia es muy importante por varias razones, así:
- Sabemos que es posible cambiar él pasado o lo que es lo mismo la historia que uno se cuenta a sí mismo.
- Hay un factor transformacional de cambio profundo que consiste en saber que lo que ha pasado no ha sido porque lo hayan rechazado otros, sino porque él aunque inconscientemente ha decidido dejar ese trabajo.
- Y por último le permite reorientar su futuro ahora que ya es conocedor de lo que realmente le importa y le gusta
Este sería un ejemplo práctico de la primera fase a la que aludíamos antes en él trabajo con él proyecto vital; la de “Conocer la historia”.
Él segundo paso y no menos complicado sería: “él que hacemos con la historia una vez la conocemos”. O de otra manera ¿qué hacemos con esta pelota que nos quema en las manos? Esto en todo caso será objeto de próximas publicaciones.